Historia de Villa del Río

Villa del Río

Los estudios realizados en el término municipal de Villa del Río, ponen de manifiesto que se produjo una ocupación temprana de la zona, al menos desde la Edad del Cobre, alcanzando el poblamiento un desarrollo notable en época romana gracias a su proximidad a la vía Augusta y correspondiendo las diversas localizaciones tanto a lugares de habitats como a necrópolis.

Los siguientes datos históricos con los que contamos, nos remiten a la Reconquista, en la cual aparece como fortaleza sin poblado alguno. Desde su conquista en 1236 por parte de los cristianos, perteneció esta ciudad al Consejo de Córdoba, siendo en el año 1469 cuando se convierte en señorío.

Son varios los nombres con los que se ha identificado la actual población a lo largo de la Historia. Su topónimo más antiguo documentado ha sido el de Aldea de Orabuena que lo recibió desde su conquista por las tropas de Fernando III hasta la segunda mitad del siglo XIV. Aunque la categoría de aldea la mantuvo en su toponimia durante toda la Baja Edad Media, a partir de la citada fecha es conocida con el nombre de Aldea del Río.

Este segundo topónimo tampoco será el definitivo, ya que en el siglo XVII, al liberarse del señorío de Antonio Alfonso de Sousa (1635), vuelve de nuevo a cambiar su denominación. Será Felipe IV quien le dé una nueva categoría y el nombre que ha mantenido hasta la actualidad.

Desde finales del siglo XVIII hasta principios del siglo XIX sobresale el incremento de su población debido a la riqueza de sus explotaciones olivareras, cerealistas y sederas, así como a los telares y a la industria de fabricación de paños.

Además de la importancia de los movimientos sindicales a comienzos del siglo XX, hay que destacar el papel desempeñado por esta villa durante la guerra civil al encontrarse en la frontera de los dos movimientos políticos enfrentados.

Debido a su situación en el eje de comunicaciones Norte-Sur por el valle del Guadalquivir, Villa del Río tiene una fuerte orientación industrial